La importancia de la mujer en la escenificación, sus aportes, sus conquistas y su participación a lo largo de la historia de la Loa de Baranoa
Adaptación del texto original
Baranoa y su Loa de los Santos Reyes Magos / Benjamín Latorre
Desde sus inicios los personajes en la escenificación de la Loa sólo eran hombres: Melchor, Gaspar, Baltazar, El Ángel, Herodes, Centinela, Sabio Tolomeo, Doctor de la Ley y el Diablo. Es decir, sólo nueve actores, a exepción del ángel. Mucho tiempo después del diálogo o versos del centinela uno, se dividieron los textos para los centinelas dos, tres y cuatro. Es la primera ampliación del grupo de personajes en la dramatización pero no se hicieron modificaciones al texto del libreto.
La única mujer en la representación de la Loa, era la jovencita que representaba el Ángel. Se tenía en cuenta su tipología, rasgos físicos y melodiosa voz. Eran atributos para permitir que hermosas muchachas subieran al escenario de la Loa y cantaran y recitaran: “Gloria a Dios en las alturas, cantan angélicas voces, Gloria a por todos los siglos y todo los nacido goce” Es así como logran participar María Esperanza Algarín Palma, Carmen Julia Goenaga Cepeda, Eugenia Ortega, Maruja Coba, Marina Tatis Consuegra, María Elena Polo Niebles, Isabel María Algarín Capdevilla y Cira Consuegra Gutiérrez y muchísimas, porque “Baranoa es tierra de lindas mujeres”.
En épocas más recientes: Alma Consuegra Cantillo, Zully Marimón Arteta, Ivonne Santiago Latorre, Guadalupe Gómez García, Margarita Arteta Goenaga, Diana Gómez Llanos, Diana Ortega Solano, Karen Labrador Araújo, Luz María Santiago Soto, Tatiana Dánetra Consuegra, Ana Cristina Coba, María Auxiliadora Escobar Vélez, Katia Martínez Heredia, Indira Cantillo Magaldy, Irina Soto Ruiz, María Alejandra Celedón Mafut.
Años después incluyen y empiezan a representar a la Virgen María, la Reina, las bailarinas y las esclavas. El aporte de la mujer, en la Loa para su conservación y difusión, ha sido fundamental. Es necesario reseñar el aporte “tras bambalinas” de muchas laboriosas mujeres en la confección del vestuario y elaboración de la utilería para la escenificación de la Loa.
El aporte artístico de Minerva Ariza Gómez y Marinita Algarín Redondo, es de especial relevancia. Minerva Ariza, inició “sus pasos en las tablas” en la Loa y quedó creando su propio grupo teatral: Sueños del Arte.
Marianita Algarín, en un tiempo, se encargó de la instrucción y dirección de la danza. Las jovencitas de aquellos años primaverales son las instructoras de hoy en día en la Loa. Por ello, se afirma que la Loa es toda una escuela para promover el teatro, la danza y la pintura.
Con la acertada asesoría de De la Espriella, ocurren los siguientes cambios:
Las imágenes del pesebre eran las mismas imágenes del pesebre de la Iglesia Parroquial de Santa Ana. Los reyes para la adoración, entraban al templo, el cual estaba abierto en la madrugada para cumplir con esa parte de la representación. Para ese año, los Reyes no volvieron a entrar al Templo, sino que en otra tarima armaron o construyeron un retablo y allí estaban unos actores espontáneos, haciendo de Virgen María y San José, acompañados por el Ángel y también las pastoras o pastorcitos.
Entran en escena las esclavas o bailarinas, fue otra inclusión de personajes o elementos y es según me cuentan, creación de la profesora Vera Rodríguez de Bolívar. Inicialmente fueron unas tres o cuatro esclavas para ejecutar una danza árabe.
Los diálogos o versos de la Virgen María y San José, fueron agregados después de 1.988 y son autoría del poeta Manuel Patrocinio Algarín Palma y representado por primera vez por Minerva Ariza Gómez. El dialogo asignado a la reina, fue sacado del diálogo o versos de Herodes. La Reina o mujer de Herodes, no figura en los inicios de la escenificación de la Loa. Es un personaje agregado en la década de 1.970, pero con protagonismo en las decisiones de Herodes a finales de la década de los 80.
La Loa desde ese momento tomó un primer aire en su consolidación como tradición.
